Respuesta :

darlan
—He descubierto que tengo cabeza y estoy empezando a leer.

—Oh, gracias. Muchas gracias por sus palabras —murmuró Jacqueline. 

—Somos muchos de familia —terció Agostino— y trabajamos todos. [

—Seguro que, a la larga —replicó Carlota con decisión—, todo se arreglará. 

—¡Sophie, vuelve! —insistía Stingo—. He de hablar contigo ahora mismo. 

—¿Y tú qué entiendes de eso? —saltó Stephen—. No has leído un verso en tu vida. 

—Con lo que me hubiera gustado escribir... —susurró—. Poesía. Ensayo. Una buena novela.

—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos —se levantó, al tiempo que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. 

—Esto no puede continuar así. La cosa ha ido demasiado lejos. —Se levantó, al tiempo que se miraba las manos—. Tengo que sobreponerme, acabar con esta locura. 

—Sí, amigo mío, me asombra tu valentía —dijo ella con aplomo. Y tras una breve pausa, añadió—: Admiro de veras tu sangre fría.

—Ya sé en qué está pensando —dijo la propietaria—: en el color rojo. Todos hacen lo mismo
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es necesario los giones para diferenciar el dialogo o ideas de dos o mas personas en una conversacion escrita