Los campos de concentración, 1933–1939
El termino “campo de
concentración” se refiere a un campo en el cual se detiene o se confina a
la gente, usualmente bajo condiciones duras y sin respeto a las normas
legales sobre el arresto o la encarcelación. Los campos de concentración
(Konzentrationslager; KL o KZ) fueron una característica integral del
régimen nazi entre 1933 y 1939.
Los primeros campos de concentración en Alemania fueron creados poco
después del nombramiento de Hitler como canciller en enero de 1933. Las
SA (Sturmabteilung; una organización paramilitar del partido nazi) y la
policía empezando en febrero de 1933 a organizar los campos de
concentración. Creados por las autoridades locales en forma ad hoc
para mantener las masas de personas arrestadas como presuntos
adversarios políticos del gobierno, los campos existían a través de toda
Alemania. Por ejemplo, había campos ubicados en Oranienburg, al norte
de Berlín; en Esterwegen, cerca de Hamburgo; en Dachau, al noroeste de
Munich; y en Lichtenburg, en Sajonia. Columbia Haus en Berlín tenía a
prisioneros bajo la investigación de la Gestapo (la policía secreta
estatal alemana) y operó hasta 1936. Gradualmente, los nazis disolvieron
la mayoría de estos primeros campos y los remplazaron con campos de
concentración centralizados bajo la jurisdicción exclusiva de las SS
(Schutzstaffel; la guardia elite del estado nazi).
La expansión del sistema de los campos 1939
El campo de Dachau era el único campo de concentración creado en 1933
y permaneció en operación hasta 1945. Sirvió como modelo para el
sistema de los campos de concentración nazis que remplazó a los primeros
campos. La rutina cotidiana de Dachau, los métodos de castigo, y las
funciones de los guardias de las SS se convirtieron en la norma, con
algunas variaciones, para todos los otros campos de concentración
alemanes.
Para 1939, seis grandes campos de concentración habían sido
establecidos. Además del campo de Dachau, Sachsenhausen (1936),
Buchenwald (1937), Flossenbürg (1938), Mauthausen (1938), y Ravensbrueck
(1939). Después de 1939, con nuevas conquistas territoriales y grupos
más grandes de prisioneros potenciales, el sistema de campos de
concentración se expandió rápidamente hacia el este. Con el inicio de la
guerra, los campos de concentración
se convirtieron cada vez más en sitios donde grupos de enemigos reales o
percibidos de la Alemania nazi fueron asesinados abiertamente o
forzados a hacer trabajo duro y sin sentido. Aquellos forzados a
trabajar eran deliberadamente desnutridos y maltratados con la intención
de que fueran “aniquilados por el trabajo”.