El 17 de diciembre de 1830, falleció el ilustre soldado y
pensador de la libertad americana Simón
Bolívar Palacios, en la Quinta San Pedro Alejandrino
de Santa Marta, en la costa
norte de Colombia.
La última semana del Libertador se caracterizó por un
constante ir y venir entre un pronóstico relativamente favorable y el menos
favorable, dónde se realizaban desde salidas al aire libre por la Quinta de San
Pedro para permitirle respirar aire fresco e interactuar con la naturaleza,
teniendo al paciente en total lucidez y con una buena capacidad de sus
facultades, hasta noches eternas en las que los diferentes síntomas de lo que
su médico consideraba un catarro pulmonar crónico, desencadenante de una tisis
tuberculosa, no dejaban dormir al Libertador, lo cual sumado a la final
reticencia del general para aceptar los diversos medicamentos y tratamientos
propuestos por su médico, terminarían resquebrajando aún más su delicado estado
de salud.