Principalmente, cambiemos de actitud, el dinero no nos hace mejor que nadie, ni la ropa que usamos, ni el lugar donde vivimos, ni el apellido, todos somos iguales y tenemos derecho a una vida digna, a las mismas oportunidades y al mismo trato. Valemos por el simple hecho de ser seres humanos. La mejor manera de cambiar de actitud es ponernos en el lugar de los demás y hacer a los otros como queremos que hagan con nosotros.
A) La creación de instituciones estatales que mejoren la calidad de vida de comunidades en situaciones de pobreza y pobreza extrema, como centros de salud, escuelas, centros de estudio y bibliotecas actualizadas y modernas, que además de darles oportunidades a las personas crearan fuentes de trabajo para las mismas comunidades.
B) Una mejora a la recaudación tributaria, en donde los empresarios y propietarios de tierras sean responsables y consientes, pagando lo que corresponde a sus ingresos y propiedades, evitar la evasión fiscal y, por supuesto, que estos fondos sean bien utilizados para proyectos mencionados en el inciso A.
C) Una mejor administración de los recursos naturales, para convertir a Guatemala en un país eco turístico en lugar de ser solo un país agrícola, lo cual dará la oportunidad a las comunidades de vivir su propia cultura y administrar sus recursos naturales de manera sostenible, sin la preocupante tala de árboles y erosión del suelo que provocan las actividades agrícolas y ganaderas.
Todos somos responsables del cambio, ahora es el tiempo de empezar a cambiar de mentalidad porque tarde o temprano todos pagaremos las consecuencias.