Investigación explorativa o exploratoria
Si no existen investigaciones previas sobre
nuestro objeto de estudio, y por lo tanto se requiere explorar e indagar, con
el fin de alcanzar el objetivo planteado, se utilizará el tipo investigación
exploratoria. Se puede tener una gran voluntad y entusiasmo para estudiar o
investigar cualquier tema, pero si se desconoce el mismo se debe iniciar un
estudio exploratorio para empezar a conocerlo y familiarizarse con él, para
precisar mejor el problema que interesa resolver o para comenzar a dar forma a
alguna hipótesis previa que sobre la cuestión tengamos.
Para explorar un tema relativamente desconocido
disponemos de un amplio espectro de medios para recolectar datos en diferentes
ciencias:
• Bibliografía especializada.
• Entrevistas y cuestionarios hacia personas.
• Observación participante (y no participante).
• Seguimiento de casos.
La investigación exploratoria terminará cuando, a
partir de los datos recolectados, adquirimos el suficiente conocimiento como
para saber qué factores son relevantes al problema y cuáles no.
En pocas ocasiones los estudios
exploratorios constituyen un fin en sí mismos, establecen el tono para
investigaciones posteriores y se caracterizan por ser más flexibles en su
metodología, son más amplios y dispersos, implican un mayor riesgo y requieren
de paciencia, serenidad y receptividad por parte del investigador. El estudio
exploratorio se centra en descubrir.
Ejemplo de investigación explorativa son:
•
La investigación histórica, la
cual describe lo que era, lo que pasó.
•
La investigación documental, basada en conocimientos ciertos y
fundamentados, ya que en su mayoría son estudios o proyectos a realizar, con
propuestas concretas y soluciones reales, no ficticias, aunque en ocasiones
manejemos conocimientos empíricos pero ya comprobados.