Los primeros colonos ingleses de América del norte fueron una mezcla de clases privilegiadas, que querían conquistar nuevas tierras para obtener riquezas y beneficios, y una serie de personas que fueron expulsadas de Inglaterra por la intolerancia religiosa, que huían de la injusticias y ansiaban libertad, que querían crear una nueva sociedad en el nuevo mundo a imagen y semejanza de la utopia de Tomas Moro. Esta dualidad, la de la riqueza fácil y la búsqueda de libertad, se mantendrá hasta nuestros días.